LA VIVIENDA POST COVID

LA VIVIENDA POST COVID 721 469 Inclán Arquitectos

Las medidas que han llegado con la “era post-covid” vienen para quedarse, obligándonos a redefinir el mundo y nuestra forma de vivir tal y como la conocíamos hasta ahora.

La nueva normalidad afecta a todos los aspectos de nuestra vida diaria, y por lo tanto es vital tenerlo en cuenta en el diseño y distribución de espacios en una vivienda, tanto para una vivienda nueva como para adaptar las viviendas existentes a la nueva realidad.

Es imprescindible adoptar una serie de medidas para sentirnos seguros en casa. Nuestras cuatro reglas imprescindibles son los siguientes:

Funcionalidad: un espacio de transición a un entorno seguro

Ahora más que nunca es imprescindible un espacio  recibidor. Una zona de transición (y desinfección) entre la calle y el entorno seguro que es nuestra vivienda.

El recibidor debe tener una zona  de almacenamiento para guardar (poner en cuarentena o desinfectar) toda la ropa que viene de la calle (zapatos, bolsos, abrigos…) y una zona próxima a la puerta de entrada donde colocar gel hidroalcohólico para desinfectar nuestras manos nada más entrar en casa.

De esta forma todo lo que ha podido entrar en contacto con el virus se queda en la puerta, y conseguimos que todos los espacios de la vivienda sean seguros.

Materiales antibacterianos

La utilización de materiales no porosos o incluso antibacterioanos en lugares de manipulación  de alimentos y de higiene diaria, como pueden ser las encimeras en cocinas o los aparatos sanitarios en los baños, nos da un extra de seguridad, ya que por las características técnicas de estos nuevos materiales no permiten la aderencia ni la proliferación de bacterias.

Espacios que nos permiten respirar

El confinamiento ha hecho que seamos más conscientes de lo que necesitamos en nuestra casa, y un espacio exterior que nos permita respirar es el gran protagonista. No tiene que ser necesariamente una gran terraza o porche, ni necesitamos muchos metros de jardín, con un pequeño balcón que nos permita un desayuno al aire libre, o simplemente respirar aire fresco, es suficiente.

En aquellos casos en los que no existe un espacio exterior, nuestra recomendación es aprovechar al máximo el espacio junto a la ventana de mayores dimensiones en la vivienda. Disponiendo alguna planta de grandes dimensiones y dejando libre el espacio contiguo a la ventana, conseguimos un espacio flexible, que mediante la disposición de sillas cómodas, pufs o simplemente unos cojines y una manta, puede convertirse en un exterior improvisado.

El teletrabajo

Conciliación y teletrabajo son los términos más utilizados estos últimos meses. Pero aunque estemos en casa, para poder compatibilizar actividades, espacialmente deben ser completamente independientes.

No sólo por operativa, sino para que, mentalmente, podamos distinguir cuando termina la jornada laboral y cuando empieza el tiempo de ocio y descanso. Trabajar en la mesa del comedor no es una opción.

Lo ideal es tener una estancia dedicada a estudio/despacho, aislada de los ruidos del día a día, y equipada con una mesa y silla adecuada al trabajo de oficina, tanto en altura como regulación y forma.

En caso de que esto no sea posible, al menos debemos conseguir un rincón en el salón, que suele ser la estancia más grande de la vivienda, donde acomodar una silla regulable, apta para el trabajo de oficina, y separar esta zona visualmente, del resto de la estancia mediante un biombo o una estantería. Así, en nuestro tiempo de ocio visualmente no percibimos nuestra zona de trabajo, lo que nos permite desconectar.